MUISCA

 


Tunjo Muisca - Época Precolombina - Foto: Shutterstock
Los dueños del altiplano

Cuando los conquistadores españoles llegaron a nuestro territorio encontraron una geografía única y especialmente benigna que entregaba frutos sin medida, algo que no se podía ver con frecuencia y que se daba permanentemente en este lugar del nuevo mundo.


El actual altiplano cundiboyacense y el sur del departamento de Santander, fueron los escenarios que sirvieron como hogar a una cultura de la familia chibcha que desarrolló una de las civilizaciones más completas del continente, los muiscas, llamados peyorativamente moscas por los invasores debido a que, a su llegada, varios grupos descendientes conformaban un grupo muy numeroso cuyo origen data desde antes de cristo. Son considerados como los precursores del significado de la misma sabana de Bogotá, un espacio tangible y cultural que agrupa poblaciones aledañas a la gran capital como Zipaquirá, Sesquilé y Cota, pero también municipios que la metrópoli absorbió hasta convertirlas en sus localidades; Bosa, Suba, Engativá y Fontibón.

Los Muiscas encontraron en su tierra el mismo paraíso, la naturaleza los dotó de una geografía bañada por agua y terrenos fértiles, diversas alturas y pisos térmicos, razones que los convirtieron en grandes agricultores con sus propios métodos de canalización y riego, ingeniería y ciencia al servicio de una búsqueda permanente de administración eficiente de sus propios recursos y de equidad en su distribución con carácter comunitario.

La alfarería también hizo parte de sus grandes destrezas, así lo demuestran vestigios encontrados, en donde se denota su producción con contenido ceremonial, pero también para uso del pueblo porque las vasijas, ollas, jarras y tinajas de gran tamaño dejan entrever que esta familia tenía una organización bien establecida.

Pectoral Muisca - Época Precolombina - Foto: Shutterstock

Tanto en la alfarería como en la pictografía de las rocas del Abra, los Muiscas dejan su huella en la historia, mostrando su idolatría y homenaje a sus deidades antropomorfas, interpretación del contacto natural del hombre y la naturaleza abundante que lo rodeaba y que sentó las bases de su propia fe.

Los Muiscas contaban con una organización política y social bien determinada en la que la cabeza principal del cacique era bicéfala y representada en el Zipa y el Zaque, luego de ellos aparecía la figura del Usaque, luego sacerdotes, guerreros y el pueblo con sus marcadas actividades económicas como agricultores, alfareros, orfebres, tejedores y comerciantes; estos últimos especializados en el intercambio de sal y otros productos mediante el trueque.


Leyenda del Dorado Muisca - Época Precolombina - Foto: Shutterstock
DIOSES

Los Muiscas han dejado una huella indeleble en la imaginación histórica y tiene que ver con la leyenda del Dorado, ese mágico relato que motivó que europeos sedientos de riqueza se embarcaran hacia nuevo mundo, atraídos por las palabras de quienes hablaban de indígenas que en ceremonias no solo ofrecían vidas en sacrificio a sus múltiples dioses, sino que enterraban en sus lagunas, sagrados cuerpos de agua con conexión celestial, enormes cantidades de oro.

La fuerza de la creación estaba representada en la divinidad Chiminichagua, la maestra y madre de la humanidad era Bachué y la fuerza civilizadora encarnaba la figura de Bochica.

La mitología Muisca es de enorme riqueza y en ella se resaltan las figuras de las deidades, principios de la creación y de la belleza artística de la familia, en toda la sabana de Bogotá y en la misma ciudad, los nombres muiscas le dan sentido y significado a una cultura que merece conocerse para fortalecer el sentido de pertenencia de una región, que, por su carácter de capital de la República, no ha logrado consolidar el orgullo de patria chica.

El significado Muisca se encuentra presente en poblaciones de la sabana como Tenjo, Funza, Tabio, Tocancipá, Chía (Diosa luna) y en emblemáticos lugares de Bogotá como Tequendama, Teusaquillo, Tundama, Bogotá (Originalmente Bacatá) y Cundinamarca (Territorio del Cóndor).

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